Los niños son el público más indefenso ante la persuasión publicitaria, o sea, son el grupo más fácilmente “atacable” por los expertos publicitarios. Esta vulnerabilidad emocional de los niños es la que los convierte en un objetivo publicitario especialmente sencillo, como lo expresaba el presidente de una agencia de publicidad: “La base de la publicidad es hacer que la gente sienta que sin producto se es un perdedor". Los niños son muy sensibles con eso.
Los anuncios dicen las cosas de un modo implícito, o mejor, son los propios niños quienes se encargan de extraer la conclusión a partir de la conexión que establecen los anuncios entre producto y modernidad juvenil. La publicidad infantil va más allá del spot, en efecto, muchas series infantiles se crean en primer lugar como apoyo promocional a un juguete (caso del personaje Gi-Joe) o a la inversa, cuando el éxito de una serie determina una muy productiva política de explotación de licencias comerciales aplicadas a la promoción de todo tipo de productos (caso de todos los éxitos televisivos, como Tortugas Ninja o películas de Disney).
La responsabilidad principal de vigilar qué tipo de publicidad ve el niño recae sobre tres tipos de personas: los profesionales de la publicidad, los docentes y los padres.
En nuestro caso, los docentes tienen una gran responsabilidad por desarrollar una adecuada educación para los medios y a través de ellos, teniendo presente el número de horas que los alumnos pasan ante el televisor y la influencia que reciben en sus hábitos perceptivos. Es necesario que los alumnos comprendan que la publicidad audiovisual es una forma de comunicación con el doble fin de informar e implicar al receptor; su primera pretensión es atraer la atención y despertar el interés del espectador con el fin de moverle al deseo de adquirir los productos anunciados. En este sentido, nos permitimos señalar algunos objetivos que pueden ser útiles a los profesores en el desarrollo de la alfabetización de los niños frente a la publicidad:
- Distinguir elementos informativos y
persuasivos en determinados spots.
- Reflexionar sobre los motivos que conducen
a la elección de una determinada
marca.
- Analizar eslóganes desde el punto de
vista lingüístico.
- Etc.
En este sentido, la educación en los medios puede desarrollar la capacidad propia de los niños para protegerse del entorno mediático. Lo verdaderamente deseable sería que los docentes lograran llevarlo a cabo en colaboración con los padres.
Los anuncios dicen las cosas de un modo implícito, o mejor, son los propios niños quienes se encargan de extraer la conclusión a partir de la conexión que establecen los anuncios entre producto y modernidad juvenil. La publicidad infantil va más allá del spot, en efecto, muchas series infantiles se crean en primer lugar como apoyo promocional a un juguete (caso del personaje Gi-Joe) o a la inversa, cuando el éxito de una serie determina una muy productiva política de explotación de licencias comerciales aplicadas a la promoción de todo tipo de productos (caso de todos los éxitos televisivos, como Tortugas Ninja o películas de Disney).
La responsabilidad principal de vigilar qué tipo de publicidad ve el niño recae sobre tres tipos de personas: los profesionales de la publicidad, los docentes y los padres.
En nuestro caso, los docentes tienen una gran responsabilidad por desarrollar una adecuada educación para los medios y a través de ellos, teniendo presente el número de horas que los alumnos pasan ante el televisor y la influencia que reciben en sus hábitos perceptivos. Es necesario que los alumnos comprendan que la publicidad audiovisual es una forma de comunicación con el doble fin de informar e implicar al receptor; su primera pretensión es atraer la atención y despertar el interés del espectador con el fin de moverle al deseo de adquirir los productos anunciados. En este sentido, nos permitimos señalar algunos objetivos que pueden ser útiles a los profesores en el desarrollo de la alfabetización de los niños frente a la publicidad:
- Distinguir elementos informativos y
persuasivos en determinados spots.
- Reflexionar sobre los motivos que conducen
a la elección de una determinada
marca.
- Analizar eslóganes desde el punto de
vista lingüístico.
- Etc.
En este sentido, la educación en los medios puede desarrollar la capacidad propia de los niños para protegerse del entorno mediático. Lo verdaderamente deseable sería que los docentes lograran llevarlo a cabo en colaboración con los padres.
Tienes toda la razon en cuanto a la publicidad.
ResponderEliminarHoy en dia hay mucha clase de publicidad dañina que afecta a los mas débiles incluidos los pequeños hasta el punto de hacerles cambiar de punto de vista ante determinadas situaciones.
Por ello como tu dices es importante la colaboración tanto de padres como de profesores